La evolución genética de los
humanos es el resultado de un cambio, durante millones de años, del genoma de
las poblaciones. La evolución genética ocurre como resultado de mutaciones que
pueden ser heredadas. Se incluye en la evolución genética el cambio al
bidepismo, el cambio en los dientes y el incremento del tamaño del cerebro.
Todo esto ha pasado de generación en generación. El homo sapiens es la única
especie en el planeta en la actualidad pero nuestra historia evolutiva indica
que ha habido muchas más especies que no han logrado sobrevivir.
LA evolución cultural, en cambio,
no tiene ninguna relación con el cambio genético y puede tener lugar en
periodos muy cortos de tiempo, incluso en una única generación. Esta evolución
cultural envuelve los cambios en el comportamiento, en la organización social,
las ideas, la comunicación, la enseñanza y el aprendizaje. Todo esto son características
adquiridas que no tienen ninguna base genética aunque la habilidad para
adquirirlas si que esté determinada genéticamente. No es el resultado de la
especiación.
El incremento de la agricultura
trajo consigo una enorme alteración en la organización social para los humanos.
En vez de vivir en pequeños grupos nómadas los humanos empezaron a establecerse
en grandes comunidades y el incremento de diferentes creencias religiosas
también afectó a esta organización.
La invención de la imprenta también
tuvo un enorme impacto en la comunicación y, más reciente, otros ejemplos de
tecnología como la invención de la radio, la televisión, el teléfono y el
internet también ha causado impacto en el desarrollo cultural del ser humano.